El Papa acaba de aceptar que Escrivá de Balaguer, "ese emprendedor" que fundó el Opus Dei , hizo milagros (o al menos uno). Así es que en breve le tendremos en los altares. Precioso, entrañable, repugnante hasta la nausea que el papa satánico incluya en el santoral a este señor siniestro, que tanto hizo por la dictadura franquista y por la espeluznante moral de la época.

Lo mejor del supuesto milagro es que una estampita de Escrivá de Balaguer (en adelante EdB) en manos del doctor Manuel Nevado Rey, que desde que la tuvo en su poder se encomendó a EdB, le curó de una "radiodermitis". Mucha atención a las sabias palabras del médico (copio y pego): "Tal como sucedió la curación de mi radiodermitis, lo cuento aquí. Yo temía mucho que se produjera una metástasis, lo cual hubiera tenido ya un pronóstico incluso infausto, pero no sucedió. Sencillamente, se curó la radiodermitis y yo no puedo más que atribuirlo a la intercesión del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer.


Desde la curación he vuelto a trabajar normalmente y vuelvo a hacer cirugía general"


¡Cielos! Es bueno saber el nombre de este tipo: jamás me dejaría operar por una manos sanadas por los milagros de EdB. ¡Puaj!