martes, agosto 09, 2005

Ocaña, retrato intermitente


Si Ocaña (1957-1983) no hubiera muerto quemado, ¿habría sido calcinado por Crónicas Marcianas?

En 1978 Ventura Pons filmó un espléndido documental sobre este personaje único, sabio, analfabeto, tierno, violento, justiciero y libertario.

27 años más tarde es inconcebible una pureza así. El dinero fácil, el obsceno espectáculo televisivo y la voracidad por los exhibicionistas habrían abrasado a Ocaña. Como una bengala.