martes, febrero 18, 2003

Funestas consecuencias de la mitomanía


Este fotograma pertenece a una película casera que un chaval de 14 años, fanático de la actriz, rodó durante un día que pasó de compras con Marilyn en Nueva York en 1955.
Los dos estaban en el mismo hotel y cuando él la vio salir, cogió la cámara de su hermano mayor y bajó corriendo a la calle para tener una imagen de ella. La Monroe le pidió que le acompañara. ¡Qué bonito!

Peter Mangone - que así se llama el sexagenario que así se llamaba adolescente y paseó con Marilyn por la 52 - declara al NYT: "No he podido mirar a otra mujer de ese modo desde entonces" Será por eso que se hizo peluquero en Florida y creó peinados para Zsa Zsa Gabor. Será por eso.
Qué razón tenía Truman. Y Tere de Jesús. Cuánto daño hacen las plegarias atendidas (a veces, sólo a veces...)