miércoles, febrero 05, 2003

La mujer araña toma sopa Campbell


De regreso a casa desde el gimnasio en autobús, Manuel Puig se me murió en las manos y lloré, para sorpresa del adolescente "bakala" que viajaba sentado enfrente de mí. También lloré hace años en un autobús, cuando terminé de leer los "Diarios" de Andy Warhol.

Puig, lo mismo que Warhol, murió en una operación de vesícula a los cincuentaytantos, en pleno éxito.
De Puig, lo mismo que de Warhol, se rumoreó que había muerto de sida.
Puig, lo mismo que Warhol, dignificó un arte menor y lo transformó en aliento de una obra pop innovadora.
Puig, lo mismo que Warhol, era mitómano, avaro y gay.

Manuel Puig y Andy Warhol conquistaron el universo imaginario que alimentó sus fantasías adolescentes. Aunque los dos lo abandonaran demasiado pronto.

Esta mañana he empezado un libro nuevo, "En busca de Cravan", de Antonia Logue. Me lo regaló mi amigo J.Q. cuando supo que iba a compartir piso con vyf. El libro comienza con una preciosa cita de Cravan:

Hay que soñar la vida con sumo cuidado,
en lugar de vivirla sólo como un entretenimiento.


Como Warhol. Como Puig. Como yo.