Refugio
Un regreso diferente - un regreso Samurai - para el que no necesito sonrisas forzadas ni adaptar mi pícnica estampa a la circunferencia del aro. Pero no puedo evitar tratar de dejar las cosas bien hechas ("bien hechas" son coherentes, consistentes, consecuentes, rigurosas. "Bien hechas" no son el todo vale, ni la gente piensa que. La gente NO piensa. La gente es lo peor.)
Mi abandono es lógico. No puedo trabajar en un proyecto de masas porque las aborrezco, las desprecio y las temo. Lo que no es lógico es que sucediera otra cosa. Que haya aguantado tanto. Que haya estado tan ciego, tan tonto y tan ingenuo.
Dejo mi trabajo y me voy a escribir. Me doy dos años para cerciorarme de la imposibilidad o su contraria. Puedo permitírmelo. Para éso he estado trabajando todos estos años. Otros construyen una carrera profesional. Yo, me hice un refugio. Veremos.
Veré.
Leeréis. Ojalá.
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