miércoles, enero 09, 2002

Aproveché mis vacaciones para leer El jardinero fiel de Le Carré. Una novela sobrevalorada en la que la intención es mucho mejor que el resultado y cuya mejor baza es la del misterio (la experiencia es un grado y a veces 180º). Desgraciadamente, cuando Le Carré quiere subirse al carro del azote globalizador (a la manera de No Logo o el Informe Lugano), suena tan panfletario, tan falso y tan ñoño, que el libro se derrumba por todas partes.
Mucho mejor Mantra, de Rodrigo Fresán (uno de esos libros miscelánea tan brillante como insoportable) que trata de ser una gran fotografía literaria de México D.F. o un 'film total' con luchadores, mariachis, mezcal y tequila. Tan deslumbrante como agotador.