Himno nacional: del 'chundachundatachunda' a las palabras del poeta
Según leo hoy en la crónica de Juan Palomo en El Cultural de El Mundo, parece ser que el encargado de ponerle la letra al himno nacional será, nada más y nada menos que el Secretario de Estado de Cultura y antiguo poeta de la experiencia, Luis Alberto de Cuenca (que anteriormente había dirigido la Biblioteca Nacional).
Luis Alberto, a quien nadie insultó por versos como los de García Montero (ya saben, "tú me llamas, amor/ yo cojo un taxi"), y que también cultivó la lírica de lo cotidiano con similar fruición. Lean, si no, este poema suyo de 1993 del libro La rosa y el hacha:
El desayuno
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."
Aunque claro, lo que muchos no saben (no sé si el presidente Aznar) es que De Cuenca, además de haberse entregado a la poética de lo empírico, ya había ejercido como letrista. ¿Les suena ésto?:
...Hola mi amor/ Yo soy el lobo/ Quiero tenerte cerca/ Para olerte mejor/ Hola mi amor/ Soy yo tu lobo/ Quiero tenerte cerca/ Para oirte mejor/ Yo lo que quiero/ Es tu cuerpo tan brutal/ Y lo que adoro/ Es tu fuerza de animal...
En fin... ¡qué mayores somos!
[P.D. ¿Incluirá también LAC el adjetivo "feroz" en la letra del himno... muestra cierta querencia...]
Según leo hoy en la crónica de Juan Palomo en El Cultural de El Mundo, parece ser que el encargado de ponerle la letra al himno nacional será, nada más y nada menos que el Secretario de Estado de Cultura y antiguo poeta de la experiencia, Luis Alberto de Cuenca (que anteriormente había dirigido la Biblioteca Nacional).
Luis Alberto, a quien nadie insultó por versos como los de García Montero (ya saben, "tú me llamas, amor/ yo cojo un taxi"), y que también cultivó la lírica de lo cotidiano con similar fruición. Lean, si no, este poema suyo de 1993 del libro La rosa y el hacha:
El desayuno
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."
Aunque claro, lo que muchos no saben (no sé si el presidente Aznar) es que De Cuenca, además de haberse entregado a la poética de lo empírico, ya había ejercido como letrista. ¿Les suena ésto?:
...Hola mi amor/ Yo soy el lobo/ Quiero tenerte cerca/ Para olerte mejor/ Hola mi amor/ Soy yo tu lobo/ Quiero tenerte cerca/ Para oirte mejor/ Yo lo que quiero/ Es tu cuerpo tan brutal/ Y lo que adoro/ Es tu fuerza de animal...
En fin... ¡qué mayores somos!
[P.D. ¿Incluirá también LAC el adjetivo "feroz" en la letra del himno... muestra cierta querencia...]
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