Rato dijo no
En el suplemento de Nueva Economía de El Mundo del pasado domingo, Jesús Cacho escribió:
Rodrigo Rato sí dio siempre la cara. La dio hasta compartir cartel como reverso de Aznar por las avenidas de España en 2000. Ahora parece guerrero cansado, pertinaz Guadiana proclive ora a deslumbrar, ora a desaparecer convertido en silencioso cartujo. “Haz conmigo lo que estimes oportuno”, dicen que dijo, “porque tengo la cabeza en otro lado. Pero si decides mantenerme, quiero seguir en Economía”. ¿Estamos ante una reedición de la epopeya personal de Miguel Boyer, hombre fuerte de la primera legislatura González, capaz de renunciar a su carrera política por amor?
Parece ser que antes de Ana de Palacio, Aznar tenía pensado Exteriores para Rato, pero él dijo NO debido a su actual situación sentimental y familiar.
No me pregunten cómo lo sé, pero me cuentan que el Ministro de Economía mantiene excelentes relaciones con Cinco Días... mmm... un Ministro del PP se lía la manta a la cabeza y empieza una nueva vida por obra y gracia de la publicación económica de PRISA. ¿Otra malvada estrategia de Polanco?
Rodrigo Rato sí dio siempre la cara. La dio hasta compartir cartel como reverso de Aznar por las avenidas de España en 2000. Ahora parece guerrero cansado, pertinaz Guadiana proclive ora a deslumbrar, ora a desaparecer convertido en silencioso cartujo. “Haz conmigo lo que estimes oportuno”, dicen que dijo, “porque tengo la cabeza en otro lado. Pero si decides mantenerme, quiero seguir en Economía”. ¿Estamos ante una reedición de la epopeya personal de Miguel Boyer, hombre fuerte de la primera legislatura González, capaz de renunciar a su carrera política por amor?
Parece ser que antes de Ana de Palacio, Aznar tenía pensado Exteriores para Rato, pero él dijo NO debido a su actual situación sentimental y familiar.
No me pregunten cómo lo sé, pero me cuentan que el Ministro de Economía mantiene excelentes relaciones con Cinco Días... mmm... un Ministro del PP se lía la manta a la cabeza y empieza una nueva vida por obra y gracia de la publicación económica de PRISA. ¿Otra malvada estrategia de Polanco?
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