viernes, agosto 30, 2002

Mudanza


Por si alguien me echaba de menos: esta semana he sido incapaz de escribir nada. Anduve de cambio de oficina, transportando mesas, muebles, cajas...
No es sólo que estuviera tan cansado que no tuviese fuerzas para ponerme a escribir de noche en casa; es también que con tanto movimiento, se me pusieron las tripas del revés. Qué le vamos a hacer... "Callarnos" - pensé (acertadamente, creo) - "eso vamos a hacer."

Ya lo aconsejaba San Ignacio: en tiempos de mudanza no hacer cambios.

[Cuánto me gustaría que la vida - algunas veces - imitara al Word, y me preguntara si deseo guardar los cambios...]