domingo, diciembre 31, 2006

Estambul


Desde aquí escribo este último día del año, aunque dentro de otra fotografía; otra en donde yo aparezco sentado frente al ordenador y la luz de mediodía entra por el ventanal que no véis, a la derecha del escritorio.

Aquí escribo y si miro por el balcón, hacia la calle, observo el muro y las ventanas de un edificio de ladrillo que podría pertenecer a cualquier ciudad del mundo que no hubiera sido recientemente bombardeada. Yo sé que es Barcelona. Y vosotros también.

Me gusta mirar hacia fuera y pensar que podría estar en cualquier otro sitio. Hasta que salgo a la calle, esta podría ser cualquier ciudad. Mientras estoy aquí dentro, escucho los cuartetos de cuerda de Shostakovitch - la música también es decoración de interiores - y leo al premio Nobel turco de literatura, yo también podría estar en Estambul.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

.

¡Una pared forrada de libros!

Me encanta husmear en estanterías ajenas y pasarme un buen rato con la cabeza torcida leyendo los lomos de los libros.

Te estás quedando sin espacio.

No comprendo el lugar preferente para “Sabor a hiel”.

Un beso.

7:14 p. m.  

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