Estambul
Desde aquí escribo este último día del año, aunque dentro de otra fotografía; otra en donde yo aparezco sentado frente al ordenador y la luz de mediodía entra por el ventanal que no véis, a la derecha del escritorio.
Aquí escribo y si miro por el balcón, hacia la calle, observo el muro y las ventanas de un edificio de ladrillo que podría pertenecer a cualquier ciudad del mundo que no hubiera sido recientemente bombardeada. Yo sé que es Barcelona. Y vosotros también.
Me gusta mirar hacia fuera y pensar que podría estar en cualquier otro sitio. Hasta que salgo a la calle, esta podría ser cualquier ciudad. Mientras estoy aquí dentro, escucho los cuartetos de cuerda de Shostakovitch - la música también es decoración de interiores - y leo al premio Nobel turco de literatura, yo también podría estar en Estambul.
1 Comments:
.
¡Una pared forrada de libros!
Me encanta husmear en estanterías ajenas y pasarme un buen rato con la cabeza torcida leyendo los lomos de los libros.
Te estás quedando sin espacio.
No comprendo el lugar preferente para “Sabor a hiel”.
Un beso.
Publicar un comentario
<< Home