María de Rumanía acaba de contarme que blogger se ha tragado su historia por entregas. Me ha dado tanto miedo pensar que a esta pudiera pasarle lo mismo que pienso escribir a diario, aunque sea una sola frase. No puedo permitirme perder este Día de Trabajo, mi propia memoria virtual de tantos años.
Podría ser interesante la idea de mantener un diario con vida solo para que no desaparezca. Un boca a boca de palabras.
Podría ser interesante la idea de mantener un diario con vida solo para que no desaparezca. Un boca a boca de palabras.
3 Comments:
Desde luego tiene su gracia, yo sacando material de Lector ileso (que descubrí ayer) y por curiosidad ojeo alguno de los links de lo que que parece tu pasado. Llego aquí y me encuentro una entrada de justo hoy... el mundo esta lleno de raras casualidades.
Y sí, me imagino de lo que hablas porque también tengo muchas páginas escritas por internet. El asunto es ¿De quién es propiedad lo que colgamos en internet? Tal como están las cosas, y lo efímero de las letras cibernéticas, sólo espero que si algún dia cierra algunos de los portales en los que mantengo cosas mías, me de al menos un aviso para poder migrar mis palabras.
Un saludo.
V.
¡Bravo!
¡¡¡¡Qué disgustazo!!! No me llegaba la camisa (de Omar Shariff, lo juro) al cuerpo. Al final, deo gratias, trasteando, no sé cómo, he logrado arrebatar mis memorias del olvido virtual. Pero el mal rato no me lo quita nadie... Uf...
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