viernes, febrero 26, 2010

MANSOS, texto de contracubierta

Marx, ya saben, el Carlos Marx del comunismo y esas cosas, dicen que dijo que bajo el capitalismo el kilo de humillación se vendía barato, que con el coste del salario medio interprofesional uno se lleva a casa, quiera o no quiera, un monto de humillación proporcional o comparable a su propio peso, catadura laboral o hipoteca. El agónico protagonista de esta sensacional novela sufre de sobrepeso seguramente por abusar en exceso del consumo de alcohol y de aquellos otros enemigos del hombre que nombraba el catecismo de nuestras infancias: el demonio, el mundo y la carne (ajena). Una noche, qué noche la de aquella noche, pasa por una sauna, y no precisamente para liberar grasas, y en perfecto y lúcido estado de resaca comete la imprudencia de hacer un pequeño balance de su vida. Hasta aquí la novela podría ser un ejemplo de neoexistencialismo barato con que nos machaca ultimamente el neocostumbrismo fractal. Pero por fortuna y de pronto, súbito y porque sí (pequeño homenaje a Pedro Salinas) "pasa algo". Una novela en la que "pasa algo" es hoy, visto lo visto y leído lo leído, una notable excepción, pero si, además, ese "algo que pasa" sirve para desentrañar con estupendo y cruel oído narrativo, algunas de las raíces menos visibles de nuestros silencios más cotidianos y perversos, la excepción da paso a lo excepcional. Y este es el caso.

(Muchísimas gracias, Constantino)

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

carallo. a ver si me hago con ella.
saludos –míos, desde el neolítico blog: solía pasar por aquí; y desde jacobo indecisiónmetódico, que me habló de la salida de esto.

antonio doñate

7:56 a. m.  
Blogger Roberto said...

Doñate, por cierto, me encantó 'La paz social'. Besos

9:06 a. m.  

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