martes, enero 15, 2002

El asesino ciego, de Margaret Atwood es una excelente novela con una estructura narrativa espléndida en su complejidad, ya que es capaz de utilizar para sus propósitos una mezcla de realidad/ficción/realidad, pasado/presente/futuro.
Los personajes se definen por su entorno, sus actos y sus silencios. Pero sobre todo, por sus palabras. Es un bellísimo homenaje a la literatura silenciosa y la memoria injusta.