miércoles, junio 19, 2002


Contra la muerte del espíritu

En víspera de Huelga General no viene nada mal la lectura del manifiesto publicado hoy por El Cultural, escrito por Alvaro Mutis:
(...) Lo que nos mueve no es la inquietud ante la muerte de Dios, sino ante la del espíritu: ante la desaparición de ese aliento por el que los hombres se afirman como hombres y no sólo como entidades orgánicas. La inquietud que aquí se expresa es la derivada de ver desvanecerse ese afán gracias al cual los hombres son y no sólo están en el mundo; esa ansia por la que expresan toda su dicha y su angustia, todo su júbilo y su desasosiego, toda su afirmación y su interrogación ante el portento del que ninguna razón podrá nunca dar cuenta: el portento de ser, el milagro de que hombres y cosas sean, existan: estén dotados de sentido y significación. (...)

O de la excelente columna de El Pais firmada por Félix de Azúa, titulada Arenga:
(...)En lugar de ser una mercancía (nuestra naturaleza habitual), mañana puede ser un humano; y eso no tiene precio. Es usted un privilegiado. Recuerde que los parados no tienen derecho a la huelga. De modo que no acepte ningún trabajo alternativo como hacer de piquete, de manifestante, de servicio mínimo o de cualquier otra cosa. Sea usted radicalmente huelguista. No es fácil. No es tan sencillo dejar de ser una mercancía, aunque sólo sea durante un día. Recuerde lo que sucede en las así llamadas vacaciones, el periodo de mayor trabajo y menores ingresos de todo el año.(...)

Aunque después se nos quede cara de bobos y las ganas de saber de qué estamos rellenos...