uno, dos, tres, cuatro, cinco, adiós
UNO
El perseguidor cree haber hallado al fin el amor definitivo y despliega sus encantos, sus armas, jura en eterno, MIENTRAS
el perseguido, lleno de miedo, sabe que nada es real. Se sabe un deseo pasajero.
DOS
El perseguidor se afana aún más en sus trabajos de seducción: compone poemas que regala, entrega al otro el mundo que le rodea, al otro que no ama, pero duda. Porque podría ser, 'maybe this time', le susurra Liza al oído, 'I'll be happy, maybe this time, he'll stay'.
TRES
El perseguido, de tanto protegerse y negar acaba provocando lo que más temía, que es forzar al otro a emplearse tan a fondo que no tiene más remedio que abandonarse y dejar de dudar: amar.
CUATRO
Ambos dejan de correr.
CINCO
El perseguidor reconoce que el perseguido tenía razón, que no era real, que era un deseo pasajero.
ADIOS
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