De funcionarios desnudos y asesinos solitarios
Anoche terminé de leer la autobiografía de Quentin Crisp, El funcionario desnudo, que él acabó de escribir a los sesenta años, seguro de la proximidad de una muerte que no llegaría hasta treinta años después, en 1999, "cansado, delgado, hambriento..."
Crisp, sexagenario, mira hacia atrás y no lamenta no haber amado jamás, ni no haberlo sido. Tampoco no haber alcanzado la fama (aunque fuera una celebridad en Londres y a partir de la publicación de su autobiografía se convirtiera en un famosísimo conferenciante). No. Quentin Crisp sólamente lamenta no haber tenido poder. Poder para poner las cosas en su sitio. Probablemente para devolver todas las penurias, las palizas, los insultos, el miedo... Poder para la venganza. Un sueño nada extraño.
Anoche empecé a leer 'Killing for company', la biografía de Dennis Nielsen, que salía en busca de compañía masculina y - a veces - acababa con su vida para después trocearlos con sus dotes de carnicero. Que desmenuzaba los cadáveres y tiraba los trocitos por el inodoro. Hasta que sus vecinos llamaron a los poceros por culpa de un problema con las tuberías. Cuando descubrieron que lo que provocaba el atasco no olía a mierda, sino a carne podrida, Dennis fue de noche a un KFC y compró pollo, que troceó e introdujo en la tubería abierta. La maniobra no funcionó y fue detenido a la mañana siguiente. Dennis degolló a su último cadáver mientras escuchaba su canción favorita de Laurie Anderson:
"Here come the planes.
They're American planes. Made in America
Smoking or Non-smoking?
And the voice said 'Neither snow nor rain nor gloom
of night shall stay these couriers from the swift
completion of their appointed rounds.'
'Cause when love is gone, there is always justice
And when justice is gone, there is always force
And when the force is gone, there is always Mom. Hi Mom!
So hold me Mom, in your long arms. So hold me.
Mom, in your long arms.
In your automatic arms. Your electronic arms.
So hold me Mom, in your long arms.
Your petrochemical arms. Your Military arms.
In your electronic arms".
Dennis escribió un poema al cadáver de su última víctima: "Ya no queda nada en este espacio de plenitud/ sólamente tú/ yaces bajo mis manos(...)" [Trad. propia]
Y cuando, durante el interrogatorio, preguntó dónde podía apagar el cigarrillo y los policías le dijeron que lo tirara al inodoro, él respondió: "La última vez que hice eso, me detuvieron."
Poder para poner las cosas en su sitio.
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