Grandes escenas sureñas. Eastpone también existe 2
Mientras que a Thelma y Louise se les aparecía Brad Pitt, a nosotras se nos aparece un natural de Ojén con barriga D.O. que nos mira y nos pregunta qué le pasa al coche. Pues vaya mierda de guionistas.
Mientras yo trato de explicarle lo poco que sé de coches (pues la cosa es que hizo CLONC y ahora chorrea por debajo... cágate Luis Moya, que a la mínima te ves en el INEM por mi culpa), Cristina anda colgada de su teléfono móvil dando a toda su familia la noticia de nuestra desgracia: a su hermano, a su madre, a su futura cuñada... Hasta que su padre llama y dice que lo más seguro es que el líquido que tanto nos preocupa sea el sistema de aire acondicionado, que rezuma agüita. Que echemos a andar y que si no notamos nada raro, no nos preocupemos. Dicho y hecho. Al rato, llegamos a Estepona. Sin problemas.
Primero a casa de J. y P., hermano y cuñada de Cristina, que nos reciben con cervezas y alborozo. Como tiene que ser. Allí también nos esperan Mijulisan, Jorgito, Y. y su hija, Anita. Qué felicidad. Ya estamos todos. Que viva la Madre Superiora. Y que viva Inés, la hija de J. y P.; digna sucesora de Marisa Paredes (qué grandes interpretaciones melodramáticas, qué caritas de pena con inconfesable intención...)
Ea, a recoger el equipaje de Y. y de la niña y a Eastpone center a dejarlo todo en la casa que nos han prestado. Ea... a darse una duchita. ponerse ropita limpia y a saludar a los papás de Cristina, que nos están esperando.
Y CUIDADO CON LA PERRA. Y no es que la pobre muerda. Nononono. Qué va. Cuidado con la perra centenaria: ciega, sorda y sin olfato, que se mueve por el piso cual ameba. CUIDADO CON LA PERRA: NO LA PISÉIS.
Al rato nos vamos todos a cenar pescaíto. Unas cervecitas y vinito blanco. ¿Y después? Después a La Tanita a escuchar flamenco en vivo. Pero a las dos de la madrugada yo me caigo de sueño y me tengo que ir a casa a dormir. Ha sido un día agotador. Me meto en la cama, me quedo quieto y callado y descubro que lo que se escucha al fondo, el ruido constante que escucho es... SÍ... son... SÍ... las olas. Desde mi cama escucho el mar. Gracias. Gracias. Gracias.
Mañana más. Ahora me quedo dormido al oleaje. ¿Escuchas el mar? ¿Se oye a través del teléfono? Buenas noches, amor.
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