Helsinki
Mauro me escribe y me cuenta qué tal va todo en Pekín, el frío que hace, lo calentito que es el abrigo que le dejé y lo raro que se le hace Pekín sin mí esta vez.
Yo escribo a Mauro y le cuento que esta casa también se me hace rara sin él. Que ya he pasado la tristeza paralizante del sábado por la mañana, que estoy leyendo y escribiendo mucho, que ayer por la mañana estuve en el cine con Javier y Mónica viendo BOBBY, que me gustó hasta las lágrimas, y que quiero volver a verla con él y así lloremos los dos.
Mauro me cuenta que el Rolex falso que le pedí está por las nubes en el Silk Market y que estuvo en una fábrica de juguetes delicadísimos, hechos de bambú, papel y piel de mono.
Yo le cuento a Mauro que ayer de vuelta del cine vinimos caminando por el paseo marítimo y que le compré un regalo.
Mauro me cuenta que en el aeropuerto de Helsinki, donde hizo escala de ida y volverá a hacerla de vuelta, venden cosas en piel de reno. Y yo le pido un bolso.
Yo escribo a Mauro y le cuento que esta casa también se me hace rara sin él. Que ya he pasado la tristeza paralizante del sábado por la mañana, que estoy leyendo y escribiendo mucho, que ayer por la mañana estuve en el cine con Javier y Mónica viendo BOBBY, que me gustó hasta las lágrimas, y que quiero volver a verla con él y así lloremos los dos.
Mauro me cuenta que el Rolex falso que le pedí está por las nubes en el Silk Market y que estuvo en una fábrica de juguetes delicadísimos, hechos de bambú, papel y piel de mono.
Yo le cuento a Mauro que ayer de vuelta del cine vinimos caminando por el paseo marítimo y que le compré un regalo.
Mauro me cuenta que en el aeropuerto de Helsinki, donde hizo escala de ida y volverá a hacerla de vuelta, venden cosas en piel de reno. Y yo le pido un bolso.
2 Comments:
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¿Piel de mono?
¡Piel de mono!
Puaj...
Un beso.
otro bolso, maricón????
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