jueves, agosto 15, 2002

Principios

Leo los primeros párrafos de los libros que tengo pendientes de lectura en mi mesa de trabajo y con los que pensaba compartir esta semana de vacaciones que está a punto de acabar:

. Tú también te casarás con quien yo diga - le dijo la señora Rupa Mehra a su hija pequeña. Un buen partido, Vikram Seth

. En estos tiempos que corren, y no es necesario que seamos precisos acerca de la fecha exacta, pero, en cualquier caso, muy a principios de año, un hombre joven, de poco más de treinta años, alto - un metro ochenta y tantos -, con el pelo negro como la tinta y una cara pálida, seria, de facciones finas, acudió a una cita de negocios y descubrió a un hombre ahorcado. Armadillo, William Boyd

. Comparada con la mansión que los Whiting tenían en la ciudad, la casa que Charles Beaumont Whiting hizo construir una década después de su regreso a Maine era modesta. En Empire Falls, donde la gran mayoría de las casas unifamiliares costaba muy por debajo de los setenta y cinco mil dólares, la suya era casi un palacio, con sus cinco dormitorios, cinco baños completos y un estudio independiente. C. B. Whiting había pasado varios años de formación en México, y la casa que construyó - al cuerno las apariencias - era una hacienda estilo misión. Incluso había hecho dar a los ladrillos un acabado y un tono especiales para que pareciesen adobe. Una estupidez de casa para el estado de Maine, comentó la gente, aunque a él nadie le dijo nada., Empire Falls, Richard Russo

Leo también el primer párrafo de la Presentación de Carlos Fuentes para la Antología del cuento Norteamericano, de Richard Ford, que acabo de empezar:

. En lengua inglesa, el cuento siempre es calificado por la brevedad: 'Short Story', distinguiéndolo de formas más largas como la 'novella', intermedia entre la novela y el cuento. Los hispanoparlantes conocemos (y celebramos) el cuento más corto de todos, "El dinosaurio" de Tito Monterroso: "Cuando desperté, el dinosaurio seguía allí". La literatura de lengua inglesa tiene un equivalente, poético e inquietante, en Samuel Taylor Coleridge: "Si al despertar tengo en la mano la rosa con la cual soñé, entonces, ¿qué?"

Mmmmm... no me suena así el cuento de Monterroso. Así es que tomo de mi librería las Obras completas (y otros cuentos) y, efectivamente, compruebo que a Fuentes le ha fallado la memoria, porque el cuento es, exactamente:
. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí

Esta semana de vacaciones que termina ha sido semana de lectura y semana de escritura en mi novela, que - por si a alguien le interesa - empieza así:
. (Ojalá la vida funcionara como un servicio de contactos telefónicos anónimos y nos permitiera empezar cada día desde cero, grabar cada mañana un nuevo anuncio breve. Ojalá pudiéramos determinar quiénes somos [9] y cambiarlo al instante [3] o dejarlo estar [2]. )

También he escrito un cuento corto para presentar a un par de concursos y el argumento de un Best-Seller, una farsa de política ficción, que lo mismo algún día me da por desarrollar. ¿Vago yo?