lunes, diciembre 12, 2005

Insomne

Anoche no pude dormirme hasta las cinco. Primero fueron los dolores de cada noche, la presión de la angustia y los picores. Después, un ruido constante, como de goteo metálico que venía de afuera y me asustaba. Y para terminar, un tropel de ideas que me venían a la cabeza sobre mi nueva novela y me obligaron a encender la luz para ir al despacho por un cuaderno donde anotar. Cuando apagué la luz eran las dos y era incapaz de dormir.
Encendí la radio y escuché, en un programa de Radio Nacional con Andrés Aberasturi, un monográfico sonoro a golpe de magnetofón de Luis García Berlanga de viaje en Orense. Escuché a Berlanga intentar recordar los títulos de sus películas, el nombre de los alimentos, el de sus colegas de profesión y amigos. Y me puso muy triste.
Yo insomne, y Don Luis amnésico. Qué mal.
Por cierto, quiero comprarme el libro de Jesús Franco sobre él: "Bienvenido Mister Cagada".

Esta mañana estaba hecho polvo, y sin embargo, he ido a nadar. Vuelvo a nadar. Ahora tengo sueño, pero estoy contento.