Desde que volví de China
Estuve triste. Dolorido por culpa de un batacazo que me di la penúltima noche - es lo malo de no saber suficiente chino como para entender cuando me gritan en mandarín 'ten cuidado con el suelo, maricón, no te vayas a resbalar que acabo de fregarlo'. Y claro, resbalé, caí, volé y aterricé sobre mi propio coxis, que acabé de destrozar durante las catorce horas de vuelo Pekín-París-Madrid.
Estuve ocupadísimo. Preparando una conferencia que di ayer en en Instituto de Empresa, y que parece que le gustó a todo el mundo, excepto a mí...
Vi televisión. Apenas leí. Comí mal. Y tuve pesadillas.
Ahora, escucho versiones de My Way y a Lola Flores mientras escribo aquí.
Es como si ya me hubiera ido de Madrid y aún no hubiera llegado a Barcelona. Como si estuviera viviendo la peor soledad de los dos sitios...
Estuve ocupadísimo. Preparando una conferencia que di ayer en en Instituto de Empresa, y que parece que le gustó a todo el mundo, excepto a mí...
Vi televisión. Apenas leí. Comí mal. Y tuve pesadillas.
Ahora, escucho versiones de My Way y a Lola Flores mientras escribo aquí.
Es como si ya me hubiera ido de Madrid y aún no hubiera llegado a Barcelona. Como si estuviera viviendo la peor soledad de los dos sitios...