Redacción: Mi fin de semana (2º del lunes)
El viernes pasé un día rarísimo en la oficina; muchísimo trabajo, J.Q. en silencio (inquietante por lo inusual), Cristina con terrible jaqueca,y yo con unas enormes ganas de salir de allí/aquí (ahora, otra vez, lunes, qué trabajo nos manda el señor...) para lanzarme el consumismo compulsivo, enfermizo, absurdo, y al final no.
Al final quedé a cenar con unos amigos y antes estuve tomando un té en un café de Chueca y leyendo 'The autograph man' de Zadie Smith; una porquería de novela que abandoné el domingo por la noche. Aburrida, pretenciosa, tramposa. Una novela mala con un excelente prólogo que sí merece la pena. Quizás era una historia que olvidó contar la autora en su primera novela, 'White Teeth' que sí que me gustó. Una historia que trata de ser el germen de otra buena novela. Y no. Pero no. No. Aunque tenga alguna frase buena:
'When a man hurries, the first things he forgets are his toothbrush and his God'
En el café de Chueca también intenté escribir un poema, porque me encantaría ser capaz de volver a escribir poesía:
Oídos a pedazos
conversan,
a miradas
escucho [hablan] [palabras]
y un té rojo.
Casi tan malo como el libro de la Smith. De lo que se come se cría.
Cené con Maribee y su novia. Con M. y con R. J.Q. también estaba convocado pero no vino. Dormía.
Una cena fantástica.
Bailamos hasta las 4 y me marché a casa a dormir.
El sábado a las 8 de la mañana mi novio se metió en mi cama recién llegado. Estuvimos durmiendo hasta las 12 y nos fuimos a comprar los ingredientes para una Bandeja Paisa en casa de J.J., un pintor colombiano que se hace fotos con la Reina Doña Sofía y su hermana Irene de Grecia. Yo se lo dije: si siguen así las cosas, el discurso racista tendrá que modificar su declinación, para sustituir el verbo "vienen-aquí-y-se-quedan-con-nuestro-trabajo" por el verbo "vienen-aquí-y-saludan-a-nuestros-reyes".
Comida fat-free. Fat-free para el pobre cerdito al que dejamos "pelao".
El domingo nos despertamos tarde, nos fuimos a pasear y a comer a Lavapiés, al cine a ver 'Finding Nemo', porque ya era hora de salir del cine con el estómago en su sitio y el concepto de la familia en altísima estima. Después a casa, a ver el DVD del último concierto de Ziggy Stardust en el Odeón de Londres y para acabar una cena frugal en un sitio horrendo con A.B. La Buena e I.
Ya lo he dicho, pero me repito: obligué a salir de mi cama a Zadie Smith y su 'The autograph man' que me estaba aburriendo horrores y metí a Anthony Powell, "Una danza para la música del tiempo: Primavera". Muchísimo mejor.
Hoy es lunes. Y no veremos OT. Nos hemos quitado. Ya nos parece demasiado marginal. Incluso para nosotros.
posted by Roberto at lunes, diciembre 01, 2003
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