martes, septiembre 30, 2003

OTres


Preguntas:

1. Un peluquero marica de Murcia con las cejas depiladas (con todos mis respetos hacia... las cejas) que canta una canción de Freddy Mercury y su novio peluquero (marica) de Murcia con las cejas depiladas, ¿es el correspondiente socio-cultural a un vendedor ambulante de Castellón que canta una canción de Luis Miguel y su señora vestida de lamés dorados?

2. Que TVE es un servicio público, pagado por todos, ¿se demuestra con campañas anti-tabaquismo dignas de los Torquemada Boys? ¿Nos deleitará este OT con imágenes del concursante adicto fumando a escondidas?

3. ¿La pléyade de participantes gordas y gordos forma parte de la campaña institucional contra la anorexia que protagoniza Nieves Álvarez, esa mujer que come de todo y tiene un cuerpo de chica normal, así, de las que uno se encuentra todos los días por la calle?

4. La ausencia de ese elemento anatómico tan importante como es el cuello en muchos de los concursantes, ¿significa que sin cuello se canta mejor? ¿Deberíamos ir pensando en un coro de voces blancas de muñequitos tagalos tallados al sílex?

5. ¿Por qué todos han nacido para cantar y sienten que en OT han hallado al fin su camino? ¿Tan malamente está la cosa ahí afuera?

[Anoche, en casa de A. y M., iniciamos nuestro rito anual de OT. Fue divertidísimo, como siempre.

Cuando volvía a casa en taxi, tras ver a esa pandilla de aspirantes a cantantes de orquesta de segunda, me acordé de un episodio fantástico que relata Jimmy McDonough en su biografía de Andy Milligan:

Cuando Joe Cino - el dueño y alma máter del Café Cino, donde en el Nueva York de los 60 nació el off-off-off Broadway - murió, una enfermera se acercó a su madre desconsolada y le dijo:

'Your son was a good man. He did a lot of good things for a lot of people. People who were actors. Well, I am sorry, excuse me - people who thought they were actors'.

Santa Sarduy, ¿de dónde son los cantantes?

No hay silencio
sino
cuando el Otro
habla
(Blanco no:
colores que se escapan
por los bordes).
Ahora
que el poema está escrito.
La página está vacía.

(Severo Sarduy, Página en Blanco I)

Cada cual usa su antídoto...]