martes, enero 27, 2004

Feverrrrrrrrrr (La Lupe sí que sabe...)


Ayer la fiebre me hizo delirar y soñar con Isabel Preysler. Mi amigo Antonio también sueña con famosos, pero los suyos son siempre famosos internacionales. Los míos no. Los míos son más de andar por casa. La Preysler, por ejemplo.

En mi sueño, yo era el jefe de La Preysler y la llamaba así: Preysler. Era el día de su cumpleaños y estábamos en la oficina con una amiga suya que le prometía llevarle unas frutas fritas para la cena; la conversación era - más o menos - de este jaez:

AMIGA DE LA PREYSLER: Pues ya está. Esta noche te llevo a casa unas frutas fritas.
PREYSLER: Perfecto. He quedado con un caballero y seguro que le encantan

(ATENCIÓN: He soñado con La Preysler soltera. Malísima cosa el subconsciente.)

BOB: ¡Anda Preysler, es verdad: hoy es tu cumpleaños! Ese día en el que España busca con avidez en la página de Gente de los periódicos para revisar tu edad y se hacen cruces ortodoxas.

PREYSLER: Pues sí.

BOB: Anda, tómate la tarde libre y ve a ponerte divina. Y así puedes dedicarte a preguntar a los invitados: "¿Cuántos años descumplo?"

Me despertó de este sueño una llamada de mi exmarido. Va a vender el coche y necesita mi DNI. Mandará un mensajero a recogerlo a la oficina. Qué gracioso. Casi se le olvida pedirme el número de cuenta bancaria para pagarme la mitad. Ay, qué mala cabeza la suya.

¿Tendré malaria? ¿Dengue? ¿Gripe del pollo? Para mí, que lo mío es Gripe del gallo. Pero del Gallo Claudio: Chico, digo, chicoooooooooooo...