viernes, marzo 14, 2003

Gangs of New York


Anoche fui al cine y vi (ver título), una peli fantástica por numerosas razones:

1. Permite microsueños reparadores a lo largo de su metraje y al despertar, no se ha perdido el hilo.

2. Incluye un personaje de villano carnicero. Malísimo, que a mí me encanta. Porque yo siempre he sospechado de los carniceros. Desde antes de Delicatessen, incluso. Porque alguien que te somete a la prueba de tener qué elegir - contrarreloj - qué parte de la vaca quieres llevarte y qué peso exacto, no puede ser bueno. No. No. No. Y además, los cuchillos los carga el diablo. Si lo sabré yo.

3. Demuestra que Di Caprio con un peinado malo no es mejor actor. A diferencia de, por ejemplo, Vitoria Abril, a la que cuanto peor peinan, mejor actúa. Mecanismos de compensación. Seguro.

4. Te quita complejos de cateto madrileño. Porque mucho Manhattan, mucho Manhattan... pero ellos también vienen del fango. Que la Castellana sería un erial hace 150 años, pero la Quinta tampoco se quedaba atrás.

5. Ofrece el mejor catálogo de tonos pelirrojos de la historia del cinemascope colordeluxe. Y eso vale un potosí.

Ay, Martin, Martin... con lo mitificado que yo te tenía... para mí que es todo culpa de la drogaína...
Aunque bueno... a Boyero le gustó.