miércoles, octubre 25, 2006

Propósito de enmienda

Más de un mes en silencio por aquí, es como más de un mes sin llamar por teléfono a algún amigo a contarle cómo estoy. Bien porque no tengo el tiempo suficiente como para poder charlar con tranquilidad, bien porque no tengo demasiadas cosas nuevas que contar, bien porque me asusta empezar a hablar e ir tirando del hilo hasta escucharme confesar sensaciones que guardo gurruñadas, sin ningunas ganas de planchar.
Por eso es. Por todo eso.
Anoche, me decía mi amigo A. que en lo único en lo que se nota que me he hecho adulto ha sido en mi disminución del uso del teléfono. Mi amigo A. se acuerda de cuando le llamaba cada día, muerto de aburrimiento, sentado en una siniestra oficina. "Es porque tengo un blog", le respondí. Y nos reímos. Porque es verdad. Cada llamada de aquéllas era un post - desesperado, delirante o lacrimógeno, según tuviera el día.
Es porque tengo un blog. Un blog personal, como éste. Que a veces necesita de alguien que me diga "ya nunca me llamas" para que yo me dé cuenta del abandono y prometa públicamente que lo pienso cuidar más. De verdad.
Más. Mañana más.