viernes, febrero 21, 2003

Las Horas


Casi al final de la novela, me quedé atrapado en uno de sus párrafos:

We live our lives, do whatever we do, and then we sleep -- it's as simple and ordinary as that. There's just this for consolation: an hour here or there when our lives seem, against all odds and expectations, to burst open and give us everything we've ever imagined, though everyone but children (and perhaps even they) knows these hours will inevitably be followed by others, far darker and more difficult. Still, we cherish the city, the morning; we hope, more than anything, for more.
Michael Cunningham, The Hours

Me tendí sobre ese hueco de palabras mullidas, reconfortantes, acogedoras; vida. Como si llevara demasiado tiempo andando sin descansos :::::::::::::
::::::::::::: a pie la muerte de José Ramón, tan de repente.
::::::::::::: tan cuesta arriba la de Carlitos, salto mortal desde un balcón.
::::::::::::: descalzo la de Paco, aquel último agosto que escribimos juntos la adaptación teatral que se estrenaría en Lisboa, ya sin él, sólo nosotros. Y su última sonrisa :::::::::::::

Encontrar ese párrafo fue poderme tumbar. Cerrar los ojos. Por fin.