domingo, septiembre 30, 2007

Hace meses que no practico aquí la no-ficción. Pero hoy quería. Hoy, cuando volvemos a comunicarnos como entonces, a la vista de todos los que no entienden casi nada. Hoy de lejos otra vez, hasta el próximo viernes que volveremos a vernos-abrazarnos-hablarnos-dormir.

Me han pasado muchas cosas en estas semanas, Mauro. Y echarte de menos ha sido una de las más importantes. Eso, y cagarme de miedo. Y pasar con A. y M. unos días deliciosos que me han recordado todas las cosas que he vivido en su casa, que en realidad es mi casa de Madrid. Aquí he vivido mi divorcio, mis crisis de ansiedad de SAMUR, mis ligues más nocivos, el principio de mi mejor historia de amor (contigo), mis intentos de dimisión post-lexatines que nunca llegaban a nada, porque después del lexatín todo parecía menos grave y para qué iba a dimitir... aquí también lo del periódico.

Te pienso mucho. Todo el tiempo. Te extraño. Y me reafirmo en una de mis teorías. Esa que dice que las fantasías sexuales hechas realidad son siempre decepcionantes, pero no las fantasías amorosas. Esas contigo son muchísimo mejor que lo mejor que imaginé. TE AMO.