Suicidio
Llegué a Madrid, a casa y decidí suicidarme: 6 sandwiches de Rodilla de queso con tomate, un litro de Coca Cola Normal y cortezas de cerdo; una dosis que - combinada con American Pie en la tele - me pareció que sería rápida y mortal, como Charito Piedra en el Oeste.
Sobreviví. Me cago en Gloria Gaynor.
[Para terminar esta tragedia truncada, una dedicatoria, mi nuevo grito de guerra, querido new opus guy: ¡CONVERTIRÉ TU ESCROTO EN MI ACERICO! ¿Críptica? Ya era hora, coño. Que yo también tengo derecho a un poco de intimidad. Hasta mañana, si es que sobrevivo a las gradas del Patio del Cuartel de Conde Duque... segundo intento de suicidio consecutivo. Para que luego digáis que no soy tenaz.]