sábado, octubre 13, 2007

Es sábado y da casi lo mismo. Trabajo todos los días, aunque los sábados y los domingos lo hago para menos sitios. Vuelvo a acordarme de las plegarias atendidas de Santa Teresa, de San Truman. Y del trabajo que nos manda el Señor, que es lo que de nuevo es este blog.

Estoy cansado. Estoy contento y estoy en vilo.

A mí no hace falta que venga nadie a explicarme sobre una recta que la vida no es lineal. Ella se encarga de hacérmelo saber de vez en cuando. Ni que funciona en una progresión ascendente, porque eso no es verdad. Por mucho que lo crean todos esos hipotequeros asfixiados que se equivocan al pensar que con el paso de los meses estarán ganando más. Ese es el factor clave de la crisis que vendrá: la falsa confianza en el progreso personal. En eso que llaman "prosperar".

Yo no me creo nada. Por eso no poseo, sólo consumo. Igual que un japonés.