viernes, noviembre 11, 2005

Memoria

Nunca hasta ahora había vivido así; sin obligaciones laborales cotidianas (salvo mi colaboración diaria en 20minutos con BobPop), tanto tiempo metido en casa, solo. Sin horarios impuestos, con libertad para leer, para escribir, para pensar. Para recordar.
Llevo apenas 10 días libre, alejado del trabajo que me daba de comer (y muy mala vida) y lo que más he hecho ha sido recordar. Es curioso. Como si este proceso de descompresión por el que estoy pasando tuviera como primera etapa la recuperación de la memoria. O tal vez tenga que ver con que paso los días dando vueltas a la cabeza para encontrar claves que me ayuden en la novela que trato de escribir. Quizás en mi cabeza no haya tantas ideas nuevas, reflexiones de interés o voces interiores como recuerdos.
A lo mejor soy más tonto de lo que pensaba y seguir con esta introspección sólamente va a llevarme a encontrar mierda que tenía olvidada.
A lo mejor soy más tonto de lo que pensaba, pero los recuerdos me enseñan a dejar de serlo un poco.
A lo mejor soy más tonto de lo que pensaba y estoy tomando por recuerdos un montón de espléndidas escenas de novela.

No lo sé.
A partir de hoy volveré a escribir aquí a diario, porque necesito este espacio como basurero, como auténtico diario de escritura de otra cosa, como medio de comunicación.
Viernes 11 de noviembre. Y esto va en serio.