martes, febrero 03, 2004

Made Up Forever

Regresa la ética/estética de los 80, para desgracia de los que, como yo, padecimos entonces de adolescencia (pa[sa]jera, por fortuna.)

Regresan los 80 y el revival de Reagan, las mayorías absolutas españolas sin opción de alternativa, la visión furtiva de una teta en TV (esta vez, investigada por el gobierno de los USA), un póster de Maná con regustos a aerógrafo (y más tetas), el Un, Dos, Tres. Gente Joven transmutada en OT. La Bola de Cristal reivindicada.

O Rosa Montero, que hoy publica en El País: El cuerpo femenino sigue siendo un territorio del varón y la voluntad de las mujeres, su libertad para hacer con sus vidas lo que quieran, es considerada un capricho. Más ochentas. Pero en este caso, 1880, pura sufragista inglesa (con todas las distancias salvadas con respecto a Santa Mary Shelley. Claro, que entre Frankenstein y Lizcano, tampoco hay tanto abismo...)

Vuelven los 80 y no nos hacen más jóvenes; impregnan estos tiempos de olor a cerrado. A muerto. Y a maquillaje. Mucho maquillaje. Forever.

All my life I wanted to look like Elizabeth Taylor.
Now I find that Liz is beginning to look like me

- Divine