viernes, septiembre 19, 2003

Qué semanita...


¡Por las nalgas de San Angelo (en la imagen)! Menos mal que se acaba la semana, ¡qué frenesí!

Porque esta semana ha terminado definitivamente el verano laboral y ya estamos en pleno otoño caliente (que me gusta esa expresión de sindicalista con rodeles en la axila...). Recién aterrizado de tierras sicilianas y de trabajo hasta la pamela, la cosa se anima y se acaba el relajo estival.

Después de un par de meses de sentir que mi nómina era una especie de Sueldo Nescafé, esta semana empiezo a ganármela otra vez (y dentro de un mes o así ya estaré pensando que me pagan una mierda para todo lo que trabajo. Así soy yo: superrelativo con lo material.)

Y por si eso no fuera suficiente, a mi vuelta me encuentro con la estremecedora narración que me hace J.Q. del vídeo Maruja Díaz/Parada (de los monstruos). No lo he visto - Deo Gratia -, pero el relato fue suficiente para ponerme los pelos del pubis como alcayatas y dejarme los CK hechos un colador.

¿Y la suegra de Vicky Beckham lanzando al vástago del ídolo escaleras abajo por El Corte Inglés de Serrano? ¡Qué susto, Isidoro, qué susto!

¿Y Sara Montiel? ¿Eh? "Le prometí a mi madre que jamás sería una puta ni una borracha y lo he cumplido. No he sido borracha pero... un poquito casquivana sí." Sí, nena, un poquito, sí.

Y hoy, para rematar la semanita, mi amiga Lola me cuenta que: "La Infanta Elena, profesora de Inglés en la guardería de sus hijos. La Duquesa de Lugo da clases desde el lunes en «micos, mi primer cole», en Madrid"
Y yo me hago cruces ortodoxas; micos, monos... ¡qué casa, por San Angelo, qué casa..!

Menos mal que mi amorsote llega esta noche y - mientras - me consuelo con la lectura de un ensayo estupendo: "Impostores", acerca de gente que decidió enmendarle la plana a la vida y ser quienes creían merecer y no lo que les tocó en suerte. Desde Anastasia al falso hijo de Sidney Poitier (el de 'Six degrees of separation'). Apasionante.

Así es que me imagino que comprenderéis que ni siquiera haya vuelto a intentar dejar el nefando vicio del tabaco. No me veía capaz.

Hasta el lunes a todos. Hasta el lunes que seré - otra vez - no fumador.
Os vais a cagar.