jueves, septiembre 15, 2005

Tanga

El empresario Emiliano Revilla (un sabor que maravilla) durante su secuestro se dedicó al pinta/colorea. Pues bueno. Pues eso no es lo peor.
Lo peor es que ahora exhibe sus dibujos en su pueblo natal (del que - según informa El Mundo en su sección de ¡Cultura! ¡jajajaja! - fue alcalde entre 1960 y 1974; lean los números: 1960y1974 quiere decir alcaldefranquista, pero eso da lo mismo).

Emiliano Revilla (un sabor que maravilla) soñaba con nalgas entangadas mientras ocupaba un zulo. Irreprochable. Las pintaba. Irreprochable. Las exhibe y se las muestra a sus nietos. ...