miércoles, octubre 22, 2003

Exorcismos


Me cuentan que:

La erreerrepepe de un bar propiedad de una ex-concursante de GH sería capaz de chupársela al dueño de un teléfono móvil de última generación para hacerse con él. Así se lo dijo.

El erreerrepepe de varios locales de moda quiere ser famoso a toda costa. Quedó finalista en el casting de la actual edición de GH y la productora le ofreció el montaje de un romance con Maruja Díaz por 120.000 Euros. Dijo que no. Si hubiera sido otra más joven no le habría importado, pero Maruja Díaz no.

La realidad circundante, las metas de las nuevas generaciones, los índices de lectura, el desprecio por el conocimiento me provocan "permanentes dolores de cabeza, además de náuseas, hipertensión e insomnio", lo mismo que al exmarido Monchito de José Liza Minelli/Moreno, que ahora va y dice que ella le ponía hasta arriba de hostias cuando JLMM se ponía hasta arriba de vodka. Lo cual demuestra que...

... una mala cirugía te deja la misma cara que un mal matrimonio.

Leo "El diccionario de Lemprière", de Lawrence Norfolk como remedio a tanto síntoma, secuela de los malos tratos a los que me somete la implacable normalidad:

- Así es, en efecto, así es. La mente... ¡ah! La mente necesita una válvula de escape mental...
- Una actividad - le interrumpió Septimus de nuevo -. Algo que sirva para exorcizar tanta "lectura".
- ¿Exorcizarla? Bueno, yo no diría tanto... pero por ahí va mi diagnóstico, Septimus..., sí. - Kalkbrenner tanteaba en busca de la respuesta: "la mente", "la válvula", "la lectura"... Y mezclando estos ingredientes, empezaba a hacerse la luz-. ¡Escribir! - exclamó -. ¡Necesita escribir!


Leer para exorcizar la realidad. Escribir para exorcizar la lectura.