miércoles, octubre 23, 2002

Es Cristo que pasa


Admitámoslo: estamos perdidos. Cuando el mismísimo San Josemaría es capaz de titular un libro de esta manera (suerte que fue delicado y no optó por el - mucho más comercial - título de "Tú, a Dios, se la refanfinflas"), no hay esperanza posible.

Si hasta Cristo pasa... ¿qué coño hacemos aquí los demás dejándonos la epidermis on the road? ¿la piel en el pellejo?

[Nota: He estado buscando en los fondos editoriales de Ediciones Paulinas pero no he encontrado ese otro gran bombazo editorial escrito, al parecer, por María Magdalena, "Es Cristo, ¿qué pasa?"... vaya por Dios.]