martes, septiembre 15, 2009

Deseo de no ser tan pop, por Bob Pop


Ahora, que le tenía cogido el punto a mi apellido de guerra fría, que había dado por fin con esa voz interior que los manuales cursis recomiendan descubrir y que le había perdonado al tío Iggy Pop sus escarceos berlineses con mi gran amor, David Bowie, llega una adolescente Martina con sus dieciseis años a reventarme la escenografía, a desasnarme con su grito punk y a ponerme en la pista de otra música, de mis voces de exterior. Ahora que todo es ironía pop, pastiche, broma infinita, distancia de seguridad y velocidad constante, aparece Belén Gopegui con su ‘Deseo de ser punk’ y recupera de un tirón la inocencia de las ganas, la literatura como acción de comando unipersonal pero transferible a quien comparta el valor del deseo y la necesidad de dejar de impostar la voz para seguir la melodía, el ansia por desgañitarse. Por fin.

‘Deseo de ser punk’ es un musical, en el mejor de los sentidos –los que conducen al emocionante candor del género clásico–; un musical novelado que transcurre siguiendo el mismo recorrido que hace nuestra imaginación en los paseos con música. Es un conmovedor paseo con auriculares durante el que nos imaginamos como intérpretes de cada canción, elegida entre nuestras favoritas para la lista de reproducción que nos acompaña. Es eso, y es a la vez el dibujo a boli en un cuaderno de las veces que cantamos y nos contorsionamos ante el espejo, a voz en cuello por encima del volumen de los altavoces. Un musical donde la chica hace mucho más que conocer al chico: encuentra amigos, aprende a organizar su rabia, a mirar, a hacerse las preguntas correctas y a entender que las cosas se pueden pedir sin dejar de ser salvaje, y que, como en los mejores musicales, nos deja con el tarareo en la cabeza y unas ganas enormes de salir a la calle y formar parte del apoteósico número final donde cantamos todos juntos, sin orquesta ni música de fondo, solo nuestras voces a gritos, en la calle, en un espacio para todos, que es lo menos parecido que hay a un lugar común.