lunes, septiembre 23, 2002

Frases lapidarias

Justo cuando siento que estoy tocando fondo, recreándome en mi propia melancolía, [torre de arena, donde mi vida quise encerrar, noche sin luna, rio sin agua, flor sin olor, todo es mentira, todo es quimera, todo es delirio de mi dolor] ... ejecuto doble mortal con tirabuzón cual velluda pinitodeloro y salto del trapecio de las grandes palabras, los poetas excelsos, los dolores enormes a
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¡tachán!
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¡tachán!
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la ¡HOLA!, de uno de cuyos entrecomillados salgo atónito, inflamado y dilatado. Ríete tú de las sentencias de Canetti, Hesse o Wilde. De las Greguerías de Ramón...
¿Ah, no?
  • Mi hija Paulina no volverá a ponerse debajo de un elefante. Eso se ha acabado.
    Daniel Ducruet : guardaespaldas, chulazo piscinero y gerontófilo/zoófilo [ahí me pillan...] previo pago.
    Ducruet, ese hombre a quien la historia no ha hecho justicia.
    Porque nunca, nunca, una monarquía anacrónica europea estuvo tan cerca del derrumbe como cuando Rainiero vio aquellas fotos de Daniel besando a Maru lengua mediante.

    Sé de buena fuente que los servicios revolucionarios monegascos aún no se han recuperado de su decepción ante tamaño fracaso transgresor. También me llegan noticias de los jóvenes idealistas que siguen luchando, soñando con La Revolución, y que andaban hasta hace muy poco tan ilusionados con el romance entre Estefanía y el domador ... aunque, como les dije en una de nuestras charlas: "No os hagáis ilusiones. Si Maruja Díaz no fue capaz de echar abajo esta antigualla... no esperéis nada más del Mundo del Circo". Desgraciadamente - una vez más - yo tenía razón.